ESCRITOS

La rabia es una energía primitiva y básica, que permitió la sobrevivencia del ser humano, para obtener el sustento y la defensa frente al ataque y toda condición de peligro.
            Con la evolución y desarrollo del cuerpo mental abstracto; el hombre comenzó a gobernar su personalidad y a armonizar sus sentimientos para relacionarse, ya no a través de los instintos e impulsos, sino a través del amor y la sabiduría. De tal manera que en su aprendizaje; la ira, la rabia y la hostilidad, se expresan como extensión de  emociones que la generan.
            Y es así que tengo rabia, porque siento que no me valoras, no me quieres lo suficiente y la rabia se expresa a través de la manipulación para asegurar que me prestes la atención que preciso. De esta manera el posesivo expresa su hostilidad, porque sus apegos le generan expectativas, que no se cumplen de acuerdo a sus deseos. Desde el alma debe aprender el desapego y la libertad para dar y recibir amor sin posesión.
            Tengo rabia porque no me obedeces y además tienes un pensamiento errado que yo no acepto. Al tirano o autoritario le da la rabieta, porque en el feudo que él dirige y que asume que es el rey, entiende que es el  único que sabe que es lo mejor para todos, y por lo tanto le deben obediencia y sumisión. Ignora lo que significa la libertad y el libre albedrío; que solo se enseña a los otros, a través del ejemplo. Muchas veces es el posesivo, que se pone tirano. Debe aprender a no interferir a los otros.
            Tengo rabia porque eres lento y me exaspera que no te apures; y así el impaciente se pone cruel con los otros. Busca la soledad, para no lidiar con los que no van  a su ritmo, con el ánimo de que no le interrumpan. El impaciente debe aprender desde el alma, que el tiempo no existe; que el Padre no apura y al espíritu no hay que apurarlo. Que en el amor se evoluciona con el perdón y sin apresuramiento; que todo tiene un ritmo y un proceso, que  debe seguir  el ritmo que nos da la vida.
            Tengo rabia porque te atreves a invadir mi espacio; ¡ claro.. no tienes idea de lo especial que yo soy! ; Y además me interrumpes con tus banalidades. El solitario e introvertido olvida que para evolucionar debe vivir en relación. Desde el alma debe aprender, que el amor del Padre lo nutre y de la misma forma debe amar con empatía a los otros; pues todos entienden y actúan desde su nivel de comprensión; que el orgullo es ignorar que en la escalera de la evolución, la personalidad está subordinada al alma. Debe aprender a reconocer su esencia y la alegría de compartir.
            Tengo rabia porque no me gusta cómo eres y me molesta tu ignorancia y estupidez. El intolerante desprecia a los otros, porque le muestran sus propios defectos, que no se anima a reconocer y corregir. Desde el alma debe aprender; que estar centrado en los defectos solo le llevan a los conflictos y la separatividad y que si se anima a ver las cualidades en los otros; aprenderá la solidaridad y la empatía y vivirá en el Amor y la Unidad. Muchas veces la intolerancia es una extensión del introvertido y amurallado que ha perdido la alegría de compartir la vida.
            Tengo rabia porque no olvido lo que me hiciste y me dijiste y no te perdono, porque además no te arrepientes. El resentido entonces se sumerge en la amargura de su rabia mascullada. Desde el alma debe aprender que la evolución es una tarea personal y que el perdón es una reconciliación consigo mismo para habitar en el Amor.
            Lo común de estas emociones, es que vivimos centrados en las expectativas, esperando esto y aquello, espero que te des cuenta que necesito una caricia, que me agradezcas, o que hagas las" cosas bien" (desde tus conceptos), etc, etc. Y como no se da lo que se espera, entonces aparece la frustración y te da la rabieta  Las expectativas son las limitaciones que te impiden vivir en libertad contigo y con los demás.
            El odio es lo contrario al Amor y como dice Edward Bach es: ” el reverso de la Ley de la Creación, que solo lleva a acciones y pensamientos adversos  a la Unidad y opuestos a los dictados por el Amor”.
            El Amor es la bandera de libertad, que me lleva al desapego, a la tolerancia, a la alegrìa y la Unidad, para vivir en armonìa, en paz y Confraternidad.

Isabel Morbiducci M.
Terapeuta Floral